Principio y fin del Patrón Oro


A mediados de 1752 el filosofo de origen escocés David Hume desarrolla un nuevo sistema monetario al cual denomina Patrón Oro.

El patrón oro lo podemos definir como un sistema monetario que fija el valor de la unidad monetaria en términos de una determinada cantidad de oro. Es decir, el emisor de la divisa garantiza que puede dar al poseedor de sus billetes la cantidad de oro según la cantidad de dinero que posea.

La idea de este nuevo sistema era el establecimiento de una unidad de cambio que permitiera a los países la realización de actividades comerciales. El principal beneficio es la calidad del intercambio comercial, aunque también dependía de la integridad del gobierno de dicho país para no superar la paridad (no emitir más monedas de las que pudiese respaldar).

Los puntos clave para entender el patrón oro es la estabilidad (estabilidad de precios a largo plazo), restricciones en la política monetaria (un país sólo podía imprimir billetes por el valor de oro disponible) y crecimiento económico y crisis (facilitó el comercio internacional, pero contribuyó a varias crisis debido a  su inflexibilidad).

¿Por qué utilizar esta materia prima en lugar de otras para el intercambio?, es debido a que el oro históricamente se ha utilizado para los intercambios, además, es divisible de manera uniforme sin perder el valor (cosa que no ocurre con los diamantes, por ejemplo), resiste perfectamente el paso del tiempo, no se puede falsificar y su cantidad está limitada a la que existe en el planeta.

Tenemos 3 etapas históricas de patrón oro. La primera se ubica desde mediados del siglo XIX hasta la I Guerra Mundial en Inglaterra y Europa. Destacó por ser considerada como el sistema patrón de cambio puro y original. La segunda etapa hubo una combinación con las reservas monetarias en divisas de otros países y en la tercera etapa, todo cambió tras la creación del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial creándose la paridad patrón dólar-oro conocido como Sistema de Bretton Woods.

El principal enemigo de este nuevo sistema fue la inflación global que provocaba que el precio del oro fuese demasiado bajo. Aunque se creó el London Gold Pool uniendo el oro de ocho naciones para evitar que el precio del oro subiera, la situación se volvió insostenible, ya que los bancos centrales se negaron a aceptar el dólar para el pago, y si a todo esto le sumamos el enorme déficit de EEUU incrementado por la guerra de Vietnam, hizo que el presidente Richard Nixon abandonase definitivamente en 1971 el sistema de Bretton Woods. 

Desde entonces la economía global ha operado con el sistema de moneda fiduciaria que se basa en la confianza de que el banco central garantizará el valor del dinero emitido a lo largo del tiempo. Por eso se llama dinero fiduciario que en latín fiducia significa confianza.

Redactado por Claudia González Chaves.

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